En esta ocasión, acudió en compañía de sus dos hermanos y no de Piqué, quien habría apoyado la decisión de que el parto sea programado para poder estar presente y que sus compromisos profesionales no se lo impidan. De hecho, el defensa del Barça jugará el sábado en San Sebastián contra la Real Sociedad y el jueves en Málaga, por lo que tendrá el tiempo suficiente para estar junto a su novia y su hijo tras el parto. De esta manera, la pareja habría descartado la posibilidad de que Shakira tuviera a su primogénito el 2 de febrero, fecha en la que ambos cumplen años.
Desde el primer momento, la de Barranquilla lo tuvo claro: Barcelona sería la ciudad donde daría a luz a su bebé. Entró en contacto con los responsables médicos del centro y decidió que el ginecólogo de los famosos, Manolo García-Valdecasas, fuera quien supervisara su embarazo, como ya lo hizo con la Infanta Cristina y Alejandra Prat, entre otras. Y así lo ha hecho el doctor, pero a través de los ojos de su hija Carlota, ya que la futura «waka-mamá» solicitó que tan sólo fueran mujeres las que siguieran su gestación. Así, se dispuso un equipo de especialistas, a las que además se les obligó a firmar un contrato de confidencialidad para que no se filtrara ningún dato del embarazo. Un acuerdo exclusivo hecho a medida que no ha conseguido los resultados esperados porque, aunque a cuenta gotas, las informaciones se han ido poco a poco filtrando a la Prensa.
Las imágenes publicadas esta semana, en las que el futbolista y la cantante posan ligeros de ropa por una buena causa, corroboran el inminente parto. La pareja aparece en una suerte de invitación a una «baby shower» virtual –la fiesta de celebración previa a dar a luz, en la que los futuros papás se reúnen con amigos y familiares y reciben regalos–. Y, aunque en este caso todo lo que reciban se destinará a Unicef, no deja de ser llamativo que hayan elegido esta tradición americana típica de los días previos al parto.
Todo está milimétricamente calculado y la pareja evita cualquier susto. Así lo demuestran cada vez que son noticia, como ocurrió el martes pasado, cuando acudieron a la presentación del libro del padre de Shakira con cuatro guardaespaldas, ya que tenían miedo a que ocurriese un accidente. Por su forma de llevar el embarazo, han decidido no dejar nada «al viento y al azar», como reza el título del libro de su padre.
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