Por supuesto, cada semana una o dos veces. Hombre, no vamos un sábado a las ocho, pero si vas un martes no hay tanta gente, siempre alguien te reconoce, pero te haces una foto y ya está, no pasa nada. Hombre, hay cosas que debes evitar, claro, pero al menos en Barcelona, que es lo que yo sé, la gente es muy educada y respetuosa.
- A usted le persiguen los paparazzi y ahora tiene un niño. ¿Cómo se plantea proteger la imagen de Milan?
Al final es un niño y no lo quiero esconder, estoy muy orgulloso. Yo veo a los niños de famosos que salen en las fotos con la cara tapada y no lo entiendo. Yo no quiero que a mi hijo le saquen con la cara pixelada. Tendrá nueve años, mirará la revista y dirá: ¿No tengo cara, yo no soy nadie? Por eso decidimos presentarlo nosotros y punto.
- El niño llegó con un pan bajo el brazo...
Pensamos en ayudar a la gente y lo primero es que vas a una revista y la pasta la donas. Pero enseguida vimos que seguro que habría gente que lo entendería mal, que pensaría que comercializábamos con el niño… Hicimos una fiesta on line donde la gente te hace regalos para tu hijo que en verdad se convierten en mosquiteras, vacunas, alimentos… recogimos miles de kilos de ayuda. Estamos muy agradecidos. La gente es muy buena. Y ves a Milan, tiene un mes y piensas: ‘Mira, ya has hecho algo por alguien’.
- ¿Esa vertiente solidaria se la ha contagiado su pareja?
Eso lo vas aprendiendo, en el colegio, tus padres lo inculcan... Mi madre siempre me insistió mucho en la salud porque sabe que en un segundo te cambia la vida.
- ¿Y la abuela Lina?
¡Es fenomenal! Ella está feliz en su casa, en su pueblo… Un día, cuando empezábamos a salir con la Shaki fuimos a buscar setas, a Solsona. ¡Lo que me reí! Mi abuela le decía: “Hola, maca”. Ni idea de quién era esa chica, claro. Nos reímos mucho porque ese día me di cuenta de que mi abuela no sabía hablar castellano. Lo intentaba, pero la mujer lo pasaba fatal. Luego mi padre le contó quién era ella, porque pensó que debía saberlo, claro. Se llevan de fábula y al final estas cosas te demuestran que por encima de la fama de la que hablábamos hay personas y punto. A mi abuela además le gusta mucho el fútbol y siempre le pregunto cómo ve al equipo…
- ¿Y a Shakira el fútbol le gustaba antes de conocerle a usted? ¿Ha aprendido más de fútbol ella o usted de música?
Hombre, ella sabía de qué iba, pero vamos, el día que fuimos a grabar el vídeo del waka-waka ¡no conocía ni a Messi! Yo he aprendido mucho de música. La canción es un resultado de mucho trabajo y al final, tú solo escuchas tres minutos y medio, pero detrás de eso hay mucho y claro, eso lo descubres. Eso pasa en todas las parejas. A ella le debo descubrir a los Cure, Bowie... Es muy de esa música, de los 80-90.
- “No sé qué madre seré”, dijo. ¿Cómo es?
Es tremendamente cariñosa, cabal y sensata. Protectora, superplanificada, todo controlado, todo a su hora, ahora toca esto, ahora lo otro… es muy madre y muy Shaki: puro corazón. Y es muy lista.Al poco de conocerla escuché una conferencia que dio en Oxford y me quedé flipado.
- Permítame. ¿Le ha meado Milan como Thiago a Messi y Luca a Villa?
¡Joder si me ha meado Milan! ¡Cada vez que le cambio! Dicen que trae suerte.
Pueden leer aquí la entrevista completa: http://deportes.elpais.com/deportes/2013/03/25/actualidad/1364243466_425350.html
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